TRASTORNOS ALIMENTICIOS
Los trastornos alimenticios se denominan a aquellos trastornos psicológicos que derivan en anomalías graves en el comportamiento de la ingesta y conllevan a enfermedades crónicas y progresivas tanto físicas como mentales unos claros ejemplos son efectos adversos en corazón, sistema digestivo, incluyendo dientes y boca, así como problemas de osteoporosis, anemia y enfermedades renales y hepáticas que, a pesar de que se manifiestan a través del habito alimenticio, en realidad consisten en una gama muy compleja de síntomas entre los que prevalece una alteración o distorsión de la auto-imagen corporal, un gran temor a subir de peso y la adquisición de una serie de valores a través de una imagen corporal. No se conoce las causas exactas que lo originan Probablemente son complejas y pueden estar relacionadas con factores biológicos, psicológicos, familiares, genéticos, ambientales y sociales. Un común denominador suele ser las conductas perfeccionistas, el marcarse altas expectativas o poseer una pronunciada baja autoestima. El problema suele aparecer entre los 12 y los 25 años, aunque puede hacerlo a cualquier edad. A menudo las personas que lo padecen niegan tener un problema y solo buscan la ayuda de un profesional ante la insistencia de familiares y amigos. También en algunos casos la publicidad marca una gran parte en esto ya que los jóvenes que miran el modo de vida, de los modelos estéticos predominantes. Los estudios realizados indican que el tratamiento resulta más positivo si la enfermedad se diagnostica en sus primeras fases y ello es importante Tratar estos trastornos es de vital importancia para la salud física y mental de toda persona que los padece.
